Un cálido saludo a don Dámaso Murúa

Aprovecho esta entrada para enviar un humilde y caluroso saludo a don Dámaso Murúa.

Gracias por la amabilidad de su carta. Muy pronto le haré llegar mi respuesta a tan interesante personaje.

No sabe lo feliz que me ha hecho el recibir ese sobre con su respuesta y el cuento inédito para mí. Yo pensé que me iba a demandar por andar subiendo sus textos a la internet sin su permiso cuando mi madre me dijo que me había llegado carta de usted...

Ya en la carta q ue enviaréle en respuestale platicaré con todo lujo y detalle la historia que se desprende a raíz de todo esto. Espero y sea así, se va a fascinar.

Por lo pronto me voy a andurrear por estos caminos de sal.

Muchas gracias.


Arriba las jaibas y el camarón y la 22 de Diciembre

Jorge Alejandro Partida Crespo
Letras Hipánicas de la Universidad de Guadalajara

Infierno de Orfandad

Crónicas de Orfeo Infiel (Inspirado en Recitativo y Aria de Tomás Segovia)

En un infierno de orfandad Orfeo infiel
inmerso en su marisma y más mísero que el mismo
apela al limpio Apolo apenas en un soplo [Marsias
¿irá a decir Eurídice la certidumbre?
será de sal si sale al sol ilesa
y el áureo hilo de un aria delirante hilará la lira
la-la-ra-la-li-ra...

Esto es el principio... Orfeo anda en busca de ciudades de sal destruidas por El Dios.

Huellas en el estero

Lunas huecas

Lunas secas, de oblea son mis huellas
que se parten en la nata de la arena que un espeso mar nocturno acarició.
Plasman silencio en la solvencia de la sal que un invisible río arrastra.
Viaja el polvo y se asienta y fluye el polvo y se ahoga en mil cristales:
De migas de sol mi humilde piel se viste.
Y se bañan de dura espuma mis piernas que se hundieron hueso a hueso:
Huecas, sin vida y alejadas van las huellas sin saber donde parar...
Huecas sin tiempo, descansando
Hasta la noche en la que han de ser borradas.
Porque pensamos que avanzan, mas son en conjunto como avanzan.
Y hoy juegan firmes en la arena; mas cada vez que miro atrás,
aplastadas, sin entrañas las encuentro,
como moluscos agostados que el inmenso mar echó.

Camino al estero

Y en el silencio me replico:
Siembro de niebla el sendero de la voz.
Camino de luz y chocolate en polvo,
Dulce tierra dormida
Asciende a mi interior,
Este manglar de engaños.

Soy estero y estertor:
Salino estanque me aproximo al falso cielo.

Pescador de sueños soy:
Labro tinieblas ondas que se allanan...

Y temblando, nace el sol:
Firmes montañas tibias,
nereidas álzanse y lo alaban...

Ostia de fuego espurio languidece en mi garganta
Como la miel de una moneda,
Como una perla huérfana, palpita
Un eco mudo.

Mi barca ya pasó,
Firme bostezo de sutil mañana.

Mi barca, ya pasó.
Leve desliz de plomo arando va...

Alejandro Partida

Just the One
Jandro